martes, 22 de noviembre de 2011

Chiste Para Empezar Con una Sonrisa Esta Etapa

La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.

Un famoso gay, que tantas veces había dado y tantas otras recibido, un buen día muere y llega en presencia de San Pedro. El Santo le dice, de manera paternal:
- "Querido hijo, para entrar al paraíso deberás responder a mi pregunta, para la cual seguramente no estás todavía preparado. Entre tanto, toma esta pastilla".
Y le da un comprimido blanco del tamaño de un botoncito,
- "Vuelve a la tierra y tómala con un poco de agua; luego, vuelve a mí".
El mariconazo, estupefacto, lleva a cabo la orden y, después de algunos minutos, comienza a sentir un gran malestar de panza; corre al baño, donde se libera en una terrible y maloliente diarrea por 10 minutos seguidos. Una vez terminada, se reencuentra, blanco y demacrado, frente a San Pedro, que lo mira con ojo clínico, y le dice:
-"Aún no te encuentro listo", y le da una pastilla del tamaño de un fríjol y lo intima a comportarse como la vez anterior.
Esta vez, el efecto de la pastilla es terrible: el mariconazo caga diarrea ininterrumpidamente por 3 horas, y luego, extenuado, se encuentra delante del Santo. Después de un atento examen, San Pedro le dice
- "Todavía no estás listo"
Y le da otra pastilla, ahora de la dimensión de una nuez. El efecto es horroroso, espantoso, bestial... una megacagada de 12 horas, con fisura y hemorroides múltiples. El maricón, ya convertido en una larva humana, vuelve delante del Santo hombre, que lo mira y aprueba con la cabeza:
-"Sí, sí, ahora seguramente estás listo para mi pregunta: ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿has entendido para qué sirve el culo?.



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